Ambassadrice América Beatríz Polanco PERÚ
En estos días la magia de la navidad toca e ilumina nuestros corazones y anhelamos tener paz espiritual y amor en nuestras vidas. Tiempos en los que que renace el amor y nos sentimos más hermanados, nos saludamos y nos damos más abrazos,pero también es tiempo que reflexionemos y miremos si en la dulzura e inocencia de los ojos de nuestros niños se refleja la paz que estamos sembrado en sus corazones y si estamos haciendo que las semillitasestén creciendo y no muriendo de sed. Vivamos el verdadero sentido de la Navidad preguntándonos si el ambiente que los está nutriendo es el adecuado? tiene el oxígeno puro de los valores humanos y morales ? El mundo solo cuenta con la mente y el corazón del niño para confiarle el rumbo del porvenir. En el corazón del niño está cifrada nuestra esperanza y todos debemos unirnos, para amarlo, protegerlo, defenderlo yeducarlo para no destruir los anhelos más hermosos de una mejor sociedad. La regeneración social y moral que necesitamos, que ansiamos podremos lograrla definitivamente si nos proponemos educar bien a nuestros niños. Debemos formarlos para que sean seres de luz, solidarios y justos para que no conozcan la violencia. Pero recordemos siempre que La lección que los niños asimilan mejor en la vida es el ejemplo de los mayores. Busquemos en esta Navidad: amor, esperanza, salud, armonía y salud abundantemente.