POBRE PALOMA
¡Pobre paloma ¡ que, por ese grito o clamor tan resonante
De las guerras asesinas y criminales
Que retumban en los valles y en los cerros
Ha muerto de miedo y horror
Sin que ningún Dios de ninguna maldita Religión
Haya salido a su auxilio
Y haya hecho, porque dicen que es todopoderoso
De una vez por totas
Que a estos criminales de la guerra
Les salga el tiro por la culata y les reviente la jeta.
Como siempre, todo Dios es protector de los tiranos
Inspirando a periodistas y escritores
A alabar a los generales más crueles y asesinos
Para que estos les encumbren en reservados
Y les abracen en su asinino pecho.
Qué bellamente hablan de estos crueles tiranos
Terroristas de Estado
Y con qué mala ralea hablan de los bautizados en terrorismo
Por estos mismos tales
Digan lo que digan por unos u otros admirados.
Las muertes, los crímenes, las guerras
Sirven a Dios, al Rey o al César
Porque las desgracias y las gracias de victorias y derrotas
Son deudoras de la sangre derramada.
¡Pobre paloma ¡ ningún Dios obsceno y embustero
La tendrá en su santa gloria
Pues lo que es morirse se murió
Por culpa de un misil, una bomba o un tiro en la nuca
Sabiendo, qué duda cabe, de que a veces
De pequeñas guerras nacen grandes guerras
Y otras batallas y batallitas así
Para bien de las multinacionales de las armas
Y de los señores de las guerras
Que, con sus ombligos llenos de migas
Por esas comilonas y festines que se dan
Gruñen como cer4dos, cochinos, lechones
Marranos, gorrinos, puercos
Mientras ven por la televisión
Cómo se matan entre sí sus conciudadanos del Mundo.
¡Maldita sea¡ esa su excelencia criminal
Le cae bien al Papa de Roma por el gruñido que pega
De gozo y alegría viendo
A este su pueblo, a nuestro pueblo
Muerto o desangrado en tierra
Como a esta paloma que ayer estaba viva.
No basta que yo lo afirme
Basta comprobarlo con ejemplos in situ.
-Daniel de Culla