– Lima,
31 de mayo de 2023
DESARROLLEMOS EL PERÚ
Por Antero Flores-Araoz
El
título de esta columna es el mismo de un recientísimo libro por el
que se hace público un plan de gobierno a nivel nacional, que
seguramente si se pone en ejecución ayudará a desarrollar nuestro
querido país, con el agregado que estimulará la inversión privada
como la pública, lo que a su vez generará mayor demanda laboral,
reducción del desempleo, crecimiento de la clase media, con el común
denominador de aumento del nivel de vida de la población, esto es
mayor bienestar.
En dicho libro se reproduce el plan de gobierno
presentado en el proceso electoral del 2016 por un grupo
de ciudadanos que habíamos conformado la agrupación política de
centro denominada “Orden”, el cual fue pergeñado por casi un
centenar de técnicos de diversas disciplinas, tanto integrantes de
dicha agrupación como de colaboradores que prestaron su generoso
aporte, teniendo como meta tener un Perú mejor y en orden.
El
plan en cuestión ha sido actualizado en lo posible, aunque algunas
cifras son pre pandemia y que tiene por finalidad ponerlo a
disposición de toda la ciudadanía, principalmente de las
agrupaciones políticas, para que las pueda ayudar en sus esfuerzos
por mejorar nuestro país y a la vez demostrar que los planes de
gobierno no solo deben constituir el cumplimiento de un requisito
formal y burocrático para la presentación de candidaturas en las
elecciones peruanas, sino una herramienta real en que se fijen metas
y objetivos, así como también las rutas para alcanzarlos.
Dicho
trabajo colectivo fue dirigido por Luis Morante Alvarado, quien
tempranamente partió al igual que Rafael Valencia-Dongo, Luis Pigati
Prado, Jorge Wong Luck, Julia Valenzuela, Raúl Saco Barrios y Felix
Tumay, a quienes reitero gratitud, como también a “Espacio Tiempo
Editores” y “Print Graph – Kinkos Impresores”
Si bien
como repetimos la idea inicial fue hacer público el plan actualizado
para que pudiese servir a las organizaciones políticas que quisiesen
hacer una tarea seria, la “Coordinadora Republicana” lo ha tomado
como una herramienta, pivote, bisagra o cimiento, para que sobre esa
base los partidos realmente democráticos, que estén en el centro
político, puedan conversar bajo el ánimo de hacer una tarea
política en conjunto, dejando de lado personalismos, egos e incluso
legítimas pretensiones, en el entendido que el Perú está primero y
que en la difícil situación de la que aún no nos hemos librado, se
exige desprendimiento, espíritu altruista pero por sobre todo
realismo.
El realismo debemos concebirlo como la capacidad de
las personas de bien, de percibir que sin unión de los realmente
demócratas que abrazan los principios de la solidaridad, la
subsidiaridad, el bien común y la economía social de mercado, no
vuelvan a presentarse en los comicios electorales, haciéndole sin
querer el juego a los aventureros del rojerío cuya charlatanería se
la creen los incautos que todavía abundan.
Ojalá que no
estemos predicando en el desierto y que a quienes están dirigidos
estos breves comentarios y propuestas, agarren de una vez el guante y
prefieran el interés nacional a los intereses personales, grupales y
temporales.