ERA EN UN PAIS
Era en un país de tócame Roque
Conocido también como “Piel de Toro”
En una ciudad cuya puerta da al Sol
Donde gobernaba una Presidenta
Siempre enfurecida, airada
Arrebatada, furibunda
Furiosa y poseída
De un nacional catolicismo
Franco fascista sin igual
Que, por eso, siempre se enfurruñaba
Se enfoscaba con groserías
Bastedades, descortesías
Ordinarieces de la peor calaña
Anal-fabeta siempre ilustrada
Por su jefe de gabinete de prensa
Azote, flagelo, pescozón de sus oponentes
Contra un presidente del Gobierno
Pelele de sus secuaces, pero valiente
Badulaque, espantajo
Mamarracho antipático para muchos
Sobre todo para ciertas fuerzas represivas
Y el catolicismo nazional
Que, por eso, la votan y eligen
Alabando sus palabrotas, sus pestes
Sus espumeantes maldiciones
Como si fueran esputos
Escupitajos, gargajos
Pollos, salivazos
Bendecidos por Dios.
A los más sencillos del pueblo
Les gustaría ver a los dos
Sintiendo inclinación
De la una por el otro
Del otro por la una
Sirviendo al rey como siempre
Sin tener que regañar
Malquistarse, pelear
Diciéndose entre ellos:
Ella: -A los pies de usted me tiene
Pa-lo que quiera mandar.
El: -Para ser tu mi romera
Estas señas me has de dar:
Debajo de tu lindo pecho
Has de tener un lunar.
Jamás hubo en el Hemiciclo
Circo, semicírculo del Gobierno
Tantos insultos regodeados
Contra un Presidente obstinado
Con ansias de gobernar.