REQUIEM
¿ Cuánto podré decir callar, gritar? ¡ Nada gané! Un sitio cada cual , busca a la hora de partir y la vida avanza con sus destellos, bíblica y sonriente peregrina de si de todo.
Tendré que cerrar los ojos, mirar tranquilo a la mesa, desenrollar el poco pelo que llevo y este manojo de huesos que presiente su fin.
REYNALDO ARMESTO OLIVA . CUBA . IWA