REFERENDUM ¿UNA SALIDA PARA VENEZUELA?-POR
ENRIQUE CONTRERAS RAMIREZ.
REFERENDUM ¿UNA SALIDA PARA VENEZUELA?
Hay quienes creen que para salir de la crisis politica,social y económica que vive América Latian y especialmente Venezuela,basta con convocar a un rferendum y cambiar un gobierno por otro,un partido por otro partido o unos ladrones por otros ladrones.
ENRIQUE CONTRERAS RAMIREZ.
Si hay algo que revisar en las llamadas democracias, son sus formas de
“expresión popular”, pues las mismas, no representan lo que dicen representar,
ya que sus procesos electorales donde se vota, pero no se elige, se encuentran
atrapados por los partidos políticos, partidos políticos que eligen a sus
candidatos, candidatos que representan la expresión de cúpulas con intereses
muy marcados en sus aspiraciones por el poder, poder que utilizan después para
dominar, domesticar, manipular y alienar a los que de una u otra forma militan
en los mismos.
Es de hacer notar, que cuando alguno de esos partidos toman el poder
formal, independientemente de su identificación ideológica y al plasmarse en
formas de gobierno, terminan estableciendo relaciones de dominación que se
instauran a nombre de un “Estado”, donde el poder se expresa en la verticalidad
del mismo, para implantar marcadas diferencias de clase y los privilegios sólo
quedan al lado de los que dominan y la llamada “OPOSICIÓN” queda
disfrutando de sus respectivas cuotas de poder a través de una Alcaldía, una
diputación o cualquier otra estructura burocrática, que les permita mantener su
clientela electoral, esto conlleva a formar la llamada clase política, llena de
privilegios y totalmente divorciada de las aspiraciones de los que votaron por
ellos.De allí, que la democracia que conocemos, está
muy lejos de lo que realmente significa y más si la
referimos desde el punto de vista conceptual y
etimológico de lo que realmente es y representa.
Nuestra democracia, no es otra cosa que una triste
caricatura, que oculta su verdadero rostro represivo y
alienante, en una suma de perversidad que libera sus
más oscuros intereses, haciéndolos aparecer como
libertarios, pero que en el fondo sólo se manifiestan los
intereses de clase de los que poseen el poder.
Fabricio Ojeda , quien fuera presidente de la Junta Patriótica, en su
carta de renuncia al Congreso de la Republica, sostenía que: “La democracia no
ha sido otra cosa que medio para ese engaño, para esa mentira, para esa farsa
vergonzosa. A través de la prédica insincera de sus postulados y noblezas se ha
oprimido, se ha vejado, se ha explotado al pueblo. La democracia que defienden
quienes oprimen y roban en su nombre, ha servido solo como escudo para la
ignominia, la podredumbre, la corrupción y la desvergüenza de quienes sirven
a intereses extraños y de quienes entienden la democracia como instrumentos
de apetitos subalternos”.
Hoy, esas palabras de Fabricio, no dejan de tener vigencia, sus análisis
en esa carta y en su libro “La Guerra del Pueblo” se plasman y se materializan
en la crisis que en la actualidad vivimos con un gobierno que se dice ser
revolucionario y que resulto tan reaccionario como los anteriores, entregando la
soberanía del país y sus riquezas a los grandes conglomerados del gran capital
y sus respectivas empresas mixtas.
¿CAMBIAR EL GOBIERNO?
Hay quienes creen, que para salir de la crisis política, social y económica
que vive América Latina y con mayor agravio Venezuela, basta con convocar a
un referéndum y cambiar un gobierno por otro gobierno, un partido por otro
partido, unos hombres por otros hombres o unos ladrones por otros ladrones la
misma historia nos ha dado la respuesta, puesto que no se trata de eso, se trata
de entender que los modelos de sociedad que hasta la presente se ha dado en el
mundo, llámese socialismo o capitalismo no fueron capaces de resolverle el
problema a los pueblos, pues los mismos sirvieron y siguen sirviendo a los
intereses y las reglas que el gran capital ha impuesto en el planeta y con mayor
fuerza en el mundo globalizado.Cuando señalo que la misma historia nos ha dado respuesta, basta con
recordar y analizar que pasó en Venezuela el 23 de enero de 1958, la dictadura
cayo, se cambió el gobierno, se dijo que la democracia sacaría a flote el país,
pero no se cambió el modelo de sociedad y el capitalismo seguiría cabalgando
sobre la miseria que le deja a los pueblos, bajo la complicidad de los partidos
políticos de la llamada derecha y la izquierda permitida, que se reparten el botín
en cada proceso electoral que convocan.
Acerca de éste escenario, Fabricio nos dio una lección y al referirse a la
fecha citada nos decía en su carta de renuncia al Congreso antes de irse a la
montaña, en su condición de Comandante guerrillero que “el 23 de enero, nada
ocurrió en Venezuela, a no ser un simple cambio de unos hombres por otros
hombres” hoy podemos decir con las mismas palabras de Fabricio que el 4 de
febrero y el 27 de noviembre del año 92 “...nada ocurrió en Venezuela a no ser
el simple cambio de unos hombres por otros al frente de los destinos públicos.
Nada se hizo para erradicar los privilegios ni las injusticias. Quienes ocuparon
el Poder, con excepciones honrosas, claro está, nada hicieron para liberarnos de
las coyundas imperialistas, de la dominación feudal, de la opresión oligárquica.
Por el contrario, sirvieron como instrumento a aquellos intereses que gravitan
en forma negativa sobre el cuerpo desfalleciente de la Patria”.
De allí, que independientemente de la opinión que se tenga acerca del
Estado, hay que reconocer que en la práctica y en nuestra propia realidad
latinoamericana, el Estado es una copia del colonialismo eurocentristas y
además su figura sólo ha servido para consolidar en el poder a las clases
dominantes que dicho sea de paso, se encuentran y están al servicio de los
grandes conglomerados representantes del mundo globalizado.
Plantearse la salida de una
civilización distinta a las
conocidas
hasta
ahora,
necesariamente pasa por la
eliminación de esa figura
bribona y siniestra llamada
Estado -ya lo hemos dicho- en el
nuevo plano societario que ha de
nacer,
producto
de
una
verdadera y auténtica revolución
impulsada por la voluntad
colectiva de nuestros pueblos,donde las relaciones de mando vertical entre dominante-dominado, opresor-
oprimido desaparezcan para siempre, no tiene cabida el llamado Estado, pues
éste no permitiría nunca que el poder descanse realmente en los colectivos
populares, donde surja de manera jurídica la reapropiación social de la ley, para
darle horizontalidad a ese poder que ha de descansar en las comunidades.
En ese mismo plano jurídico político no podrá tener cabida la figura
presidencial, a cambio ha de nacer –por ejemplo- una junta de administración
elegida nominalmente. Los partidos políticos tampoco tendrán cabida y serán
eliminados, igualmente gobernadores, diputados regionales y concejales ya que
son expresión de una clase parasitaria y los alcaldes electos harán el papel de
legisladores en cada estado y planificaran junto a las comunidades su propio
desarrollo de manera que el pueblo y sus expresiones genuinas sean los propios
protagonistas de su historia y evitar que estos le roben los espacios de
organización social a la población. Toda representación popular, no podrá tener
privilegios económicos ni políticos, pues la nueva civilización, habrá de abrir
los caminos para que esa democracia, sea realmente una práctica para la libertad
inquebrantable, indisoluble, firme y sólida. Esa libertad, esa democracia, tiene
que ser por naturaleza antiimperialista, que haga honor al legado histórico
dejado por nuestros libertadores.
EMANCIPAR LA HUMANIDAD.
Pero de otro lado, también se está comenzando a dibujar otra realidad,
pues en los diversos sectores patrióticos y revolucionarios de América Latina y
el Caribe, se está librando una rica discusión en todos los órdenes del
conocimiento humano conocidos hasta ahora, que orienta el pensamiento crítico
y reflexivo, en confrontación frente a las ideologías que hasta ahora han
dominado al mundo. Pero lo mejor de todo éste ambiente geopolítico, teórico,
filosófico, es que la discusión está abriendo
brechas, sobre todo en nuestro continente
Abya Yala, que va rumbo a la construcción
de un pensamiento propio, alejado de la
influencia eurocentristas y colonizadoras,
que por muchos años han sido el obstáculo
para la libertad plena en el más amplio
sentido del contexto de la palabra, donde
retomamos nuestros sueños y pensamos el
futuro indicando que en el hoy la utopía es
posible. Hoy, los movimientos que se han
organizado fuera de las estructuraspartidistas y que seguimos creyendo y militando en la utopía, tenemos que ir
más allá de la independendencia económica y política de la patria, se trata
también de emancipar en toda su integridad al ser humano y al planeta de todas
las formas de dominación y alienación. De ahí que es importante darle el criterio
de totalidad al concepto de emancipación de naturaleza humanista y extenderlo
hacia un carácter más integral, no olvidando que hoy el gran capital amenaza
de muerte la vida de sus dos fuentes de acopio de riqueza: a la humanidad y a
la naturaleza.
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