5to. Poema. Poemario Tiempos de Lucha.
FAENA

En medio de una tempestad lacerante y viento,
comuneros chorasinos, uno que otro jadeante,
ante mi sorpresa y mi falta de entendimiento,
construyen el local escolar, colectivamente.
Como las hojas otoñales de un árbol centenario,
 por los sufrimientos de la vida, todo mutilados
sus rostros adustos no sienten el trajín diario,
                no se fatigan ni cansan, estan entusiasmados.
Repentinamente, escucho la voz de don Pancho,
animando a los que flaquean, que son los pocos
"hay que trabajar con decisión y empeño caracho,
esta herencia vamos dejar a nuestros chicos".
                Al recordar con el tiempo estos momentos pasados,
                voy comprendiendo más, que los trabajos colectivos
                son creaciones heroicas de nuestros antepasados,
                forjados dentro de la unidad y los hechos activos.
Hermosas garúas en los campos de mi sentimiento,
empezaron a regar o bañar la semilla colectivista,
que cuidadosamente lo sembré en mi conocimiento,
hoy va creciendo con raíces sólidas, la hermosa planta.
               Desde entonces, van floreciendo en mi vida y mi viaje
               concepciones  nuevas, halladas y sacadas de la realidad
               cultivadas al calor del proceso enseñanza-aprendizaje,
               con los niños, con sus padres, dentro de la comunidad.
Recuerdo, que allá en mi pueblo después de cada periplo
Raymundo mi padre, siempre en una reunión campesina
con cariño paternal y como una oración en el templo
repetía: "Pomapata tiene de todo, gracias a la faena".
               De las faenas comunales, de las masas he aprendido
               que unidos todo se hace: escuelas, iglesias, caminos    
               se derriban montañas e injusticias como es debido
              ¡Con unidad y acción colectiva venceremos peruanos!
                              1975