CENTRO CULTURAL SAN FCO.SOLANOCENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. ¿INDEMNIZACIÓN?.

    ¿INDEMNIZACIÓN? POR GLORIA CEPEDA VARGAS





    ¿INDEMNIZACIÓN?
    Por Gloria Cepeda Vargas

    Según el diccionario, indemnizar significa resarcir de un daño ¿Y qué traduce resarcir? Quiere decir pagar, o sea cubrir íntegramente la brecha practicada con alevosía en cuerpo o terreno ajenos. Dije íntegramente, porque solo una deuda se paga cuando es cancelada en su totalidad. Este exordio viene a raíz del rechazo de Jineth Bedoya a la “indemnización” de 24.640.000 pesos que le fue entregada por la Unidad de Atención y Reparación a las Víctimas, como contraprestación al secuestro, tortura y violencia sexual de que la hicieron víctima directa o indirectamente en el año 2000, paramilitares, funcionarios de la cárcel Modelo y agentes estatales. La comunicadora siempre se negó a recibir esa suma y la rechazó en forma definitiva cuando la directora de la Unidad de Víctimas, en una audiencia pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la presentó como una acción que salda de manera definitiva la deuda contraída con su integridad física y sicológica, por un Estado que procedió en éste y en muchos otros casos, con negligencia criminal.

    “Es vergonzoso que un Estado que está a punto de firmar la paz y acabar un conflicto que ha dejado millones de víctimas, crea que la forma de resarcir el daño sea con un cheque. Le devuelvo a ese Estado, que no ha sido capaz de encontrar justicia en mi caso, la indemnización”, dijo la periodista, poniendo en evidencia la hipocresía del garrote que nuestro Estado proto histórico, levanta sin rubor en los toboganes “legales” del país.
    Es desalentador lo primitivo del raciocinio estatal y aún social en Colombia cuando se trata de profanaciones tan infinitamente lesivas para la dignidad de la víctima como son los incontables casos de ultraje sexual contra la mujer practicados a diario por una parte considerable de la población masculina. Cada día nuestras mujeres y nuestros niños protagonizan lo que podríamos llamar la zoombización de la niñez y la juventud colombianas. Son zoombies que después de haber sido asesinados, siguen actuando como si vivieran. Cojos que caminan sin muletas, mancos ambidiestros, ciegos, sordos y mudos que hablan, ven y oyen.
    El caso de Jineth Bedoya ha trascendido porque la víctima, a más de dirigir la campaña “No es hora de callar”, es voz que se escucha dentro y fuera de Colombia, con reconocimientos nacionales e internacionales y aun así, en este caso, a la conflicto que ha dejado millones de víctimas, crea que la forma de resarcir el daño sea con un cheque. Le devuelvo a ese Estado, que no ha sido capaz de encontrar justicia en mi caso, la indemnización”, dijo la periodista, poniendo en evidencia la hipocresía del garrote que nuestro Estado proto histórico, levanta sin rubor en los toboganes “legales” del país.
    Es desalentador lo primitivo del raciocinio estatal y aún social en Colombia cuando se trata de profanaciones tan infinitamente lesivas para la dignidad de la víctima como son los incontables casos de ultraje sexual contra la mujer practicados a diario por una parte considerable de la población masculina. Cada día nuestras mujeres y nuestros niños protagonizan lo que podríamos llamar la zoombización de la niñez y la juventud colombianas. Son zoombies que después de haber sido asesinados, siguen actuando como si vivieran. Cojos que caminan sin muletas, mancos ambidiestros, ciegos, sordos y mudos que hablan, ven y oyen.
    El caso de Jineth Bedoya ha trascendido porque la víctima, a más de dirigir la campaña “No es hora de callar”, es voz que se escucha dentro y fuera de Colombia, con reconocimientos nacionales e internacionales y aun así, en este caso, a la inoperante justicia colombiana le ha tomado dieciséis años comenzar a desperezarse.
    La pobre constitución política de Colombia debe estar en estado de coma ante el peso de tanta ley abortada al nacer. ¿Cómo pretender que la ley, hija predilecta del raciocinio y la cultura ciudadana, prospere en un terreno que ni siquiera se tan tomado la molestia de preparar para la siembra?
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