CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

MORIRSE DE RISA

En Cuéllar, de Segovia

Un novio mató a su novia

Por la flor de la canela.

No la mató por amor

Como él declaró a la Justicia

Sino porque era un asesino

De tomo y lomo

Desde su nacimiento

Bautizado en el Santuario

Virgen de la Fuencisla.

Como cualquier asesino

Era celoso y presumido.

En el baile de las fiestas

Si él marchaba a defecar

Y algún asistente

La invitaba a bailar

Al regresar del servicio

Se acercaba a él

Y, cogiéndole del cuello, le decía:

-Hijo puta, me las tienes que pagar

Te he de cortar la cabeza

O tu miembro principal.

Cuando terminaba la fiesta

Él, siempre, a su novia prometía:

-Mañana nos casamos

En el Santuario de El Henar.

Respondiéndole ella:

-No lo dejemos para otro día.

-Pero, antes de casarnos

Lo tenemos que catar ¿no?

Le dijo él a ella.

-Pues claro. Entre pinares del Henar

Le contestó ella.

Era ya de atardecida

Cuando mucha gente

Que salía del Santuario hacia Cuéllar

Oye un grito profundo

Parándose a escuchar:

-Tú te vas y yo me quedo

Yo me quedo y tú te vas

Dentro de poco tiempo, por puta

En mi compañía no vas a estar.

Un grupo de gente fue hacia el sitio

Donde estaba la pareja

Quedándose horrorizados al ver

Que el joven criminal

Con cara de hombre lobo

Le había metido un palo

En su vagina virginal.

Volando, escapó el criminal

Y, al poco tiempo, le apresaron

En un bar junto a la iglesia de San Esteban

Jugando con una maquinita infernal

Muriéndose de risa

Por haberle tocado

Una bolsa de gominolas para llevar

Con sabor original

Con la cara dura de decirle a la Policía:

Déjenme terminar la partida.

Aprésenme otro día

Que he matado lo que más quería.




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